lunes, 16 de marzo de 2015

Apoyás la cabeza en la almohada. Te acomodás para intentar dormir. El sueño no te llega. Diversas cosas te tientan a pensar. Te dejás llevar. Pensás...

¿Para qué estás acá? ¿Por qué te relacionaste con esa persona? ¿Por qué dudás? ¿Estás bien? ¿La otra persona lo está? ¿Qué pasaría si decidieras borrarte del mapa? ¿Quién te extrañaría? ¿Por qué?

Vivís en lo que creés que es una mentira. No sos sincerx con vos mismx. No son sincerxs con vos. No sabés si los sentimientos son compartidos del todo. Querés preguntar pero un algo en el más allá de tu capacidad no te deja. Dudás. Amás. Reís. Llorás. Pero no preguntás. Vivís. ¿Vivís? ¿Creés que vivís? ¿Tu vida es una persona ajena? ¿Tu vida sos vos? ¿Qué es tu vida? ¿Existís?

A veces quisieras que no. Lastimás. Intentás reparar. Perdés. Volvés a intentar. Probablemente vuelvas a perder. Querés seguir intentando. Pero el tiempo se te acaba, al igual que las oportunidades.

Te cansás.

Te cansás de que los pensamientos te invadan y te impidan dormir. Querés dormir. Tenés sed. Tenés calor. No sabés qué debés hacer. Esperás respuestas que nunca van a llegar.

Llorás. Llorás por algún motivo que desconocés. Llorás por miedo. Por inseguridad.

La espalda te duele. Los nudos se te acumulan en la garganta. La respiración se te entrecorta. Llorás.

Llorás como si llorar solucionara algo. Llorás porque no sabés qué otra cosa podés hacer.

Seguís llorando. Te dormís.
Para siempre.

Pero, aún así, sabés que nunca nadie te hizo sentir así. Amás y llorás. Todo junto.
Llorás, llorás y llorás. Nadie te ve. Nadie te escucha. Nadie te abraza.

Te dormiste para siempre y nunca pudiste despejar todos tus sentimientos al mundo.

domingo, 15 de marzo de 2015

No sé si las cosas me incomodan, o yo no puedo evitar sentirme menos que lxs demás. Me siento un toque estúpida cuando me preguntan si conozco x cosa, y tengo que limitarme a un "no, ni idea". Me hace mal internamente. Me siento menos que otra persona, y no me gusta nada. Peor me hace cuando comento que no me gustan cosas tan básicas como los Rolling Stones, o Bob Dylan, o The Velvelt Underground. No, no me gustan, no me maten por eso. Sí, me gustan bandas de mierda, ¿y? Sí, soy una persona. Creo que esto me está afectando un poco de más, me hace sentir como que la gente empieza a tener una vista descalificadora hacia mí y a mi gusto musical de mierda.









¿O, tal vez, será que no quiero sentirme menos que otrAs? Para reflexionar.

jueves, 12 de marzo de 2015

¡Hola gente que está pero no está!

Últimamente estuve ocupada, colgada o muy triste como para escribir. Estoy yendo y viniendo mucho a varios lugares, y casi no tuve tiempo para sentarme a expresar bien mis sentimientos por escrito, en donde nadie me lee.

Hace unas semanas, estuve muy triste, al punto de llorar sentada en un inodoro. Parecía una película. Ese día apareció mi querido Leo al rescate, con mates, servilletas de papel, música, palabras y su aire acondicionado. (Gracias, de nuevo). Por suerte, ya se arreglaron mis dramas, y creo que para bien. Pero supongo que quedó algo pendiente, y todavía tengo un poco de miedo que me inquieta y esas cositas. ¡Sólo queda esperar!

Pasaron otras cosas un poco tristes, pero de menos relevancia, y como que ya son nulas. Pero vale la pena recordarlas.

Estuve viendo a mis amigas, fui a una marcha de la que casi nos agarra la yuta, fui feliz.

Ahora, heme aquí, escuchando cumbia, como si no hubiese pasado a ser una costumbre. Una costumbre muy buena, porque te levanta todo el tiempo, quieras o no. Se los recomiendo.

Cosas, cosas, cosas y más cosas. Nada de importante pasa por mi vida.


Pido disculpas si estuve demasiado triste como para plasmarlo, pero ya está.


Volveré, en forma de fichas.