viernes, 25 de octubre de 2013

Si hoy te tenía conmigo,
no hubiese estado en falta de un abrazo.
Ni de un beso.
Hace frío. Un viento húmedo sopla.
De esos de lluvia.
La lluvia no trajo las tortas fritas.
Tampoco te trajo a vos.
No me trajo nada.
Un poco de frizz y acurrucamiento.

Si hoy te tenía conmigo,
por cómo se presta el día
y un poco el clima,
ibamos a hacer el amor.
Pero el amor y más allá del amor.
Ibamos a encontrarnos,
con frío,
con ganas del otro,
y hacer el amor.
Con Nirvana de fondo.
Y hacer el amor.
Formar uno.

jueves, 24 de octubre de 2013

Quiero cerrar los ojos
y ver todos esos colores
que aparecen cuando cerras los ojos,
pero fuerte.
Quiero meterme en la ducha
para encontrarme con Carla,
la que se queda adentro.
Quiero vivir del aire,
del olor a comida de mamá.
Quiero abrir mi mente,
abrirme las tripas,
curtirme.
Quiero dos manos izquierdas,
o un ojo grande y de
color
celeste mezclado con dorado.
Quiero un diluvio
que inunde todo Buenos Aires
y la parte de Formosa que sufre
sequías.
Quiero ir a un kiosco,
pedirle un Philip Morris
y que me preste encendedor.
Quiero encontrar la hoja blanca,
rayada,
sola y
empezar a adornarla
con letras
de la más fea caligrafía.
Para hacerla feliz.

martes, 22 de octubre de 2013

Estudio mientras el yogur firme de frutilla se vence.
Leo lo subrayado. Odio el realismo mágico.
En Cuestión De Peso tomaron examen sorpresa. ¡Qué locura!
Cada tanto me saco el esmalte con los dientes. Las uñas se me rompen.
El gusto a frutilla se me va de la boca.
El pelo atado se me cae. Igual ni tengo pelo.
La pintura eterna.
El pan amasado por mamá con semillas.
Laura de fondo, pidiendo el paso al desgraciado.
Un olor a cigarrillo humedo y lejano.
5 publicaciones nuevas en tumblr.
Esos WhatsApp de gente que no querés hablar.
El realismo mágico me consume con su antítesis e hipérbole.
Leo y me ensucio.
Me ensucio el cerebro con conocimiento.



Comí pan casero.
Las ojeras se quedaron.
Bostezo.
El cerebro me quedó como el cielo estrellado.

martes, 15 de octubre de 2013

Cuando la gente se dice 'mejor amigx', me dan ganas de vomitarles la cara.
Me repugna la gente que te convida licor de Melón.
Odio las ojotas.
Hoy en el bondi subieron una ola de viejos y embarazadas con bebés en brazos.
Me sale moco de una sola parte de la nariz.
Mis parlantes suenan horribles.
Creo que hoy me voy a pasar la Gillette porque no quiero depilarme.
Tengo cuatro libros que terminar de leer.
Mi viejo debería militar en La Cámpora.
Conocí a Alan. Es muy lindo, por cierto.
Cuando las minas no se arreglan tanto, me caen mejor.
¿Qué saltás si no hay charquito?
A nadie le gusta como cantás, callate y calmate. Pelotuda.
Quiero que la cuenta verificada de The Beatles me siga en Twitter.
Me quiero tatuar en ruso.
Tengo dos granos gigantes que me duelen en la cabeza.
La plata no me alcanza para nada.
Hoy me fui al colegio con una marca en el pelo que parecía que me pusieron un tupper.
Sí, se escribe TUPPER.
Todavía sigo luchando con mi biblioteca de música en la pc.
A mi casa llaman las máquinas de Sergio Massa.
'Alan te ha enviado un mensaje'.
¿Y si la URSS ganaba la Guerra Fría?
¿Y si Harrison nunca se hubiese enfermado?
¿Y si el fan de Lennon no tenía la pistola cargada?
¿Y si Cobain no se casaba nunca?
¿Y si Hitler era músico?
¿?
Dejá de ser tan patética, Carla.
Bostezo. Me desencarno un pelo. Respiro con ruido a moco.
 Sigo.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Cada ratito que pasa, es tiempo. Y ese tiempo es perdido. Ya pasó. Y volvió a pasar.
El tiempo es, creo yo, lo único que no vuelve.
El tiempo es el que nos organiza.
El tiempo es lo que pasa.
El tiempo es nuestra pérdida más grande.
El tiempo es relativo. Lo más relativo.
El tiempo es el que nos pone ansiosos, nerviosos.
El tiempo es el tiempo.
Sin querer, estoy y sigo perdiendo tiempo.
Pierdo el tiempo yendo de pestaña en pestaña, tipeando, escuchando boludeces, cambiándome de posición, llorando por dentro, escribiendo. Pierdo tiempo con todo.

Pero, entonces, ¿cuándo es mi tiempo?
Cuando disfruto escuchar la lluvia fumando un Philip Morris sin mentolar.
Cuando escucho una buena canción de fondo. O a todo lo que da.
Cuando me río.
Cuando leo un buen libro.
Cuando pienso.
Cuando no hago nada y pierdo tiempo.
Cuando lloro por una razón.
Cuando me encuentro conmigo misma.
Cuando no estás.
Cuando la casa me deja sola.
Cuando camino a donde sea.
Cuando miro por la ventana del bondi y me piden el asiento.
Cuando me como las uñas.
Cuando cierro los ojos
y me olvido de todo.
Hasta del tiempo que pierdo y su relatividad.

Tic-tac, tic-tac.