domingo, 31 de mayo de 2015

Se levantó temprano. Hizo fiaca en la cama. El día de cuasi Primavera estaba hermoso. A ella le gustan los días así.

Cuando se sintió con ganas y preparada, se levantó y se miró al espejo. Ese día sentía que tenía que estar linda, pero no lo sintió así. Y siguió. Agarró prendas al azar, como de costumbre. Se bañó. "¡Fresca como elefante!" pensó.

En la cocina se encontró con una cantidad inmensa de zanahorias por pelar y hervir. Sacó ganas de donde pudo para hacerlo. Mezcló más ingredientes, ensució muchas cucharas y metió la preparación al horno, en moldes individuales. Eran tan tiernos. Sintió amor por su creación. Hasta que el chocolate salió por arriba, arruinando todo. El chocolate no siempre estaba bien en todo. Siguió igual. Eran un detalle importante, no podían faltar por más feos que se vieran físicamente. Una promesa es una promesa.

Dio fin a otras pequeñeces, se arregló poco y nada. Quería verse natural.

Avisó que se iba, y se fue. Estaba tranquila, en paz. Tomó su fiel colectivo, sacó un libro y leyó un tramo del viaje. Tenía que caminar hasta la estación del tren y lo pesada que estaba su mochila no le facilitaba el movimiento. Llegó, sacó boleto obligadamente y esperó. Estaba por ir a un lugar completamente desconocido a ver a un semi-desconocido. Estaba segura.

Estación Villa Astolfi.

TOC, TOC, TOC, TOC, TOC.

¿Qué era eso?
El corazón le latía muy rápido. ¡Estaba nerviosa! ¿Dónde le quedó la seguridad?

Mandó mensajes. Él ya estaba allá. Ellá no sabía qué hacer. Ya estaba llegando. Tenía las cosas en la mochila. Trabajó toda la mañana para él. No podía ponerse en blanco ahora.

Ella se paró, igual que el tren. La gente se amontonó en la puerta. Bajó. ¿A dónde iba a ir? ¿Dónde estaba? Sólo sabía que ese lugar se llamaba Pilar y nada más. Sintió que quedó como una estúpida desde el principio. Hasta que caminó. Caminó y vio una particularidad: ¡el pelo largo!. Se entusiasmó, gritó, corrió. Lo abrazó.


*inserte muchos corazones juntos, uno al lado del otro*

El miedo, la inseguridad, todo lo que sintió se había ido. Se sentía feliz. Estaba feliz. Estaba con él. Estaba con quien quería estar. Estaba segura.

(cositas lindas pasaron acá, que sólo están entre ellxs y nadie más)

Luego de un día distinto y lindo, sintió que le estaba llegando el amor. Se estaba enamorando de alguien que estaba interesadísima en conocer. Estaba segura de ese amor. Estaba segura de él. Estaba segura de ella misma.

Contenta, se durmió para al otro día ir al colegio y dar una evaluación de Matemática.

El 11 de Septiembre del 2014 quedó en su memoria y la hace sonreír los días que está mal.
Él también la sigue haciendo sonreír. Él también sigue haciéndole bien. Ella también sigue amándolo como la primera vez que lo vio.

jueves, 7 de mayo de 2015

Después de tantas entradas llenas de negatividad, tristeza, cosas malas, etc, creo que voy a hacer una entrada diciendo que estoy bien. Sí, estoy bien. Salvo porque empezó el frío y somos enemigxs naturales. Pero estoy bien. La facultad me tiene sepultada de fotocopias, pero creo que me gusta. No la paso mal. Hice dos amigas nuevas que son muy piolas y eso me alegra. Estoy pasando un buen momento con Fausto (después de todos los malos que ya pasamos). Estamos empezando a tomar la forma que no pudimos (pude) darle antes a la relación. +10. Cada día estoy más convencida de que estoy con alguien que me hace bien y viceversa. O por lo menos eso pareciera. Mis viejxs se dan cuenta que estoy creciendo, en otra etapa de mi vida y ya no están tan encima mío. Un punto malo es que extraño mucho a mis amigxs. No tengo tanto tiempo para dividirme entre todes y visitarlxs o salir. Tengo muchas ganas de salir. Ay, las responsabilidades.

En fin. Espero que este año de cambios en muchos aspectos me favorezca y las cosas me salgan bien.


Amores, abrazos, besos y brillos.