miércoles, 13 de febrero de 2013

-

Hola, al teclado su única y querida administradora de esta cosa que no merece ser llamada blog. ¿Tema de mi escritura de hoy? Yo y mis estados raros de ánimo.
Ayer hice algo que, por ahí, no trendría que haber hecho. O sea, me da por las bolas en su mayoría, pero sigue habiendo algo. No se qué, no me pregunten. Suspiro. Es raro, muy raro cómo me siento. Necesitaría hablar con mi infeliz que me hace super feliz, me hace falta. Siempre me hace falta, quisiera tenerlo. Ojo, no estoy diciendo que no esté feliz, porque lo estoy, pero es como un medio bajón, pero a la vez no. No me quiero hacer de la superada ante la cosa, tampoco. Soy tan complicada. Me cuesta autoadmitirme cosas, creo. No se por qué escribo esto y cómo me siento. No quiero que lo lea nadie. No quiero que me pregunten nada. A mi vida le falta alguien. Y me es necesario, mucho. ¿Viste esa cosa que te agarra un poquito antes de llorar? Bueno, me acaba de pasar eso, pero ya se me fue. Tantos llantos peores me aguante, ¿cómo no me voy a aguantar este? Ay, Carla, si serás boluda...

Nada, no se qué más agregarle y tampoco tengo ganas. Es mi blog, chúpenla.